La teoría nos dice que la durabilidad normal de un quemador oscila entre 8 y 10 años. Según nuestra experiencia, pueden durar más, aunque también pueden averiarse antes. Dicho esto, es recomendable sustituirlo cuando cumpla los 10 años, momento en el que aparecen los fallos o se convierte en un dispositivo ineficiente.
A veces, no es necesario comprar un quemador o un equipo calefacción. Quizás, solo sea necesario hacer una reparación que no suponga un coste elevado, ni sea superior al valor del quemador actual.
Por otro lado, no hace falta que se nos rompa el equipo para cambiar de quemador porque podemos estar experimentando irregularidades indeseables. Entre estas irregularidades, destacamos el consumo energético excesivo, los apagados repentinos o el incorrecto funcionamiento del quemador.
Por este mismo motivo, PROTECO es una empresa que cuida mucho la atención al cliente, asesorando antes de vender. Como empresa de mantenimiento de equipos de calefacción, nuestro objetivo es dar soluciones, no venderlas.
De este modo, no siempre recomendamos comprar, sino que, muchas veces, aconsejamos reparar porque el equipo puede seguir siendo operativo ¿Por qué desechar lo que funciona?